Sin duda uno de los edificios más emblemáticos de la localidad de Almadén, única en el mundo por su forma hexagonal, la cual está considerada como una de las plazas de toros más antigua de España, construida a partir de 1752 fue declarada monumento nacional en 1979.
La construcción originaria de la Plaza de Toros de Almadén, hay que vincularla a la construcción del Real Hospital de Mineros de San Rafael. En agosto de 1752, el entonces Superintendente de las Minas, D. Francisco Javier de Villegas, ante las reiteradas epidemias y alta mortandad que existía en la población y en los forzados que trabajaban en las minas, propone la Fundación del Real Hospital de Mineros. Las epidemias y la falta de alojamientos, fueron motivo para que se construyeran veinticuatro viviendas en esta plaza hexagonal. Dichas viviendas tendrían una doble finalidad: evitar el hacinamiento de vecinos en las casas de la localidad, que estaba en cuatro o cinco familias por casa, lo que aumentaba el riesgo de epidemias y aportar dinero con el alquiler de las mismas, para la construcción del Hospital de Mineros. La plaza en sí, con capacidad para unas cuatro mil personas, se destinaría a la celebración de festejos taurinos y serviría de centro cívico de la población.
De dos pisos de altura, constituido por una sola manzana, integrada por veinticuatro viviendas al exterior con cubierta de teja acusada y curiosas e interesantes chimeneas; se mantiene el zócalo y el encalado, en su interior se diseñó la plaza de toros propiamente dicha, con dos alturas, la baja formada por arcos y la superior adintelada por soportes. Su construcción presenta en su entrada principal un amplio balcón con voladizo que corresponde al palco presidencial, sobre el cual, por la fachada interior, existe un esbelto frontón con guarniciones neoclásicas, siendo el graderío inferior de sólida obra de mampostería.
Las obras de la plaza finalizaron totalmente en 1765 con un coste superior a los 320.000 reales de vellón. Pero hay que significar que, con la plaza sin terminar, en octubre de 1752, ya se dieron los primeros festejos; existen documentos quirográficos de que entre los días 19, 21 y 23 de octubre, Pedro Campanero y Pedro Martín Zancudo, lidiaron un total de 21 toros, siendo el precio del asiento de un real.
Como dato histórico cabe decir que, en 1754, Fernando VI prohibió la celebración de festejos taurinos en todo el Reino. Con esta disposición, pretendía la recuperación de la cabaña ganadera, diezmada por la sequía y las epidemias. Pero esta medida no afectó a Almadén, ya que el Superintendente Villegas, argumentando el destino benéfico de los ingresos, obtuvo una dispensa para la celebración de festejos. Y en este periodo de prohibición, que se alargó hasta 1759, se lidiaron en total 35 toros.
Tras 13 años de obras, estas finalizaron en 1.765; se habían gastado 320.175 reales de vellón. Aun así, la plaza estaba siendo habitada por al menos 200 personas ya desde 1.755, y ya en 1.752 habían empezado a organizarse festejos taurinos, siendo esta plaza una de las pocas que los celebraba en España pese a existir una orden en contra.
Desde 1.979 es Monumento Histórico Nacional (R.D. 16-11-79). Estando pendiente su rehabilitación. Hoy la plaza de toros es un edificio privado; por ello se han perdido algunas subvenciones de organismos oficiales para el arreglo de parte del conjunto que no se encuentra en demasiado buen estado.
Después de la Plaza de Toros cuadrada del Santuario de la Virgen de las Virtudes en Santa Cruz de Mudela (también en Ciudad Real)y de la de Béjar(Salamanca)está de Almadén es cronológicamente la segunda plaza de toros hasta ahora conocida.
Su restauración finalizó en el año 2003 y hoy día se celebran importantes festejos taurinos, así como alberga sala de exposiciones, oficina de turismo, restaurante, hotel, etc.
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