LA INVESTIGACIÓN ONCOLÓGICA INTENTA DEMOSTRAR EL ORIGEN PSICOSOMÁTICO DE DIVERSO...S TIPOS DE CÁNCER Según el doctor Grossart-Maticek, la familia es el caldo de cultivo de la enfermedad.
Científicos alemanes y norteamericanos dedicados a la investigación oncológica han llegado a la conclusión de que el origen del cáncer está íntimamente ligado a las características psíquicas de la persona. Se ha podido comprobar incluso que es un determinado ambiente familiar el que hace que muchos individuos inmersos en él adquieran una personalidad característica, la cual va a constituir el caldo de cultivo idóneo para la aparición y el desarrollo de esta enfermedad.
ESPERANZA EN LA PSICOTERAPIA:
El porqué existe una gran variedad de cánceres parece estar también relacionado, según afirma el doctor Maticek, con determinados rasgos del carácter de los individuos. Así, la gran mayoría de los que padecen cáncer gástrico dicen haber tenido padres autoritarios y dominantes, que no les permitieron dar rienda suelta a sus sentimientos; los de pulmón, por el contrario, piensan que han disciplinado sus sentimientos para conseguir la armonía entre las personas del medio en que han vivido. El cáncer de mama, por ejemplo, aumenta conforme lo hace el nivel cultural y, según estudios del profesor Richter, del Centro de Medicina Psicosomática de la Universidad de Giessen, las mujeres afectadas revelan frecuentemente complejos de inferioridad e inhibiciones depresivas.Si todos estos factores del ambiente familiar, que también tienen su continuación en el medio social, influyen directamente tanto en el origen como en el desarrollo del cáncer, el uso de medidas psicoterapéuticas emerge como posible arma, tanto de prevención como de tratamiento. En el primer caso, hasta el momento no ha sido posible dar ningún paso positivo, ya que la barrera de la intimidad familiar lo ha impedido; no ocurre así con el segundo, donde se han conseguido resultados muy satisfactorios: enfermos cancerosos tratados con técnicas de psicoterapia viven por término medio de dos a tres años más que a los que no se les aplica.
El tratamiento terapéutico-familiar ha sido puesto en marcha por un equipo de investigadores que dirige el doctor Stierling, de la Universidad de Heidelberg, y se centra en el interés por la vida interior de los enfermos cancerosos y en sus relaciones con las personas más cercanas a ellos, quienes participan también en las sesiones terapéuticas.
Parece ser, pues, que el cáncer es el último eslabón de una cadena de acontecimientos negativos que la familia no ha podido superar y que, desgracia, tiene su o sus víctimas propiciatorias. «Si se pudiera conseguir un cambio de actitud entre los integrantes de estos hogares, que este clima familiar típico de los enfermos cancerosos se minimizara o desapareciera», afirma el doctor Matleek, «seguramente en un futuro próximo el cáncer se restringiría a aquellos casos en los que hubiese mediado inevitablemente un agente externo carcinógeno y no una predisposición psíquica de la persona».
Científicos alemanes y norteamericanos dedicados a la investigación oncológica han llegado a la conclusión de que el origen del cáncer está íntimamente ligado a las características psíquicas de la persona. Se ha podido comprobar incluso que es un determinado ambiente familiar el que hace que muchos individuos inmersos en él adquieran una personalidad característica, la cual va a constituir el caldo de cultivo idóneo para la aparición y el desarrollo de esta enfermedad.
ESPERANZA EN LA PSICOTERAPIA:
El porqué existe una gran variedad de cánceres parece estar también relacionado, según afirma el doctor Maticek, con determinados rasgos del carácter de los individuos. Así, la gran mayoría de los que padecen cáncer gástrico dicen haber tenido padres autoritarios y dominantes, que no les permitieron dar rienda suelta a sus sentimientos; los de pulmón, por el contrario, piensan que han disciplinado sus sentimientos para conseguir la armonía entre las personas del medio en que han vivido. El cáncer de mama, por ejemplo, aumenta conforme lo hace el nivel cultural y, según estudios del profesor Richter, del Centro de Medicina Psicosomática de la Universidad de Giessen, las mujeres afectadas revelan frecuentemente complejos de inferioridad e inhibiciones depresivas.Si todos estos factores del ambiente familiar, que también tienen su continuación en el medio social, influyen directamente tanto en el origen como en el desarrollo del cáncer, el uso de medidas psicoterapéuticas emerge como posible arma, tanto de prevención como de tratamiento. En el primer caso, hasta el momento no ha sido posible dar ningún paso positivo, ya que la barrera de la intimidad familiar lo ha impedido; no ocurre así con el segundo, donde se han conseguido resultados muy satisfactorios: enfermos cancerosos tratados con técnicas de psicoterapia viven por término medio de dos a tres años más que a los que no se les aplica.
El tratamiento terapéutico-familiar ha sido puesto en marcha por un equipo de investigadores que dirige el doctor Stierling, de la Universidad de Heidelberg, y se centra en el interés por la vida interior de los enfermos cancerosos y en sus relaciones con las personas más cercanas a ellos, quienes participan también en las sesiones terapéuticas.
Parece ser, pues, que el cáncer es el último eslabón de una cadena de acontecimientos negativos que la familia no ha podido superar y que, desgracia, tiene su o sus víctimas propiciatorias. «Si se pudiera conseguir un cambio de actitud entre los integrantes de estos hogares, que este clima familiar típico de los enfermos cancerosos se minimizara o desapareciera», afirma el doctor Matleek, «seguramente en un futuro próximo el cáncer se restringiría a aquellos casos en los que hubiese mediado inevitablemente un agente externo carcinógeno y no una predisposición psíquica de la persona».
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