Además del Cerco de Buitrones o de destilación actual, en 1.645, ya existía otro llamado de la Cañada o de la Contramina, situado en la Huerta del Rey, al norte de Buitrones, y en él se contruyeron dos pares de hornos Bustamante, que funcionaron hasta 1.682, fecha en que ya no se tienen más noticias de semejante cerco de destilación. En este tiempo se trabajaban los primeros pisos de la mina actual, haciendose la extracción por el pozo de San Sebastián y por el socavón San Francisco de Paula.
En 1.718 se construyeron dos hornos más en Buitrones. En 1.735 publicó Felipe V las ordenanzas para las minas de Almadén. Ya desde 1.646 la producción de la mina es de 2.527 quintales (quintal = 46 Kgs.), y así se conserva hasta 1.700, fecha en que comienza a aumentar saltando a 7.000 quintales y conservándose la misma hasta 1.776.
En 1.775 se ocasionó un gran incendio en la mina por haberse dejado olvidada una tea de las que usaban para alumbrado, la que prendió en la madera de fortificación y destruyó muchas labores.
En esta época se construyeron los socavones de la Mina del Pozo y del Castillo, y los pozos San Aqulino, San Teodoro y San Miguel, hasta la tercera planta. La extracción se verificaba por el malacate o baritel bajo el pozo San Antonio y el desagüe se efectuaba por la galería del Chorrillo (aún hoy existente en la huerta que hay en la curva a la derecha de la carretera de Córdoba, entre la Fuente del Perro y el Chorrillo), que comunicaba con el pozo San Sebastián.
En este mismo año 1.775, se construyen otros dos pares de hornos, llegando a 16 los existentes, modificándolos con una mayor longitud de condensación de gases.
La explotación de la mina, desde 1.775,estaba a cargo de Enrique Storr, que fué el que fundó la Escuela práctica de Capataces de minas.
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