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viernes, 25 de noviembre de 2011


martes, 8 de noviembre de 2011

AMOR VERDADERO

 
VALE LA PENA LEERLO.......
.. Una mañana agitada, a las 8:30, cuando un señor mayor de ...unos 80 años, llegó al hospital para que le retiraran los puntos de su pulgar. El señor dijo q estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00 am, el doctor le pidio que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora. Lo vio mirando su reloj y decidió, examinar su herida. Mientras lo curaba le pregunto si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado. El señor le dijo que no, que necesitaba ir al geríatrico para desayunar con su esposa. El doctor le pregunto sobre la salud de ella: El le respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer. Le pregunto si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde: Le respondió que hacia tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo. El doctor sorprendido entonces le pregunto: 'Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quien es usted?' El sonrió y le dijo:"Ella no sabe quien soy, pero yo aún se quien es ella y la amo ." Al doctor se le erizó la piel, y tuvo que contener las lágrimas mientras él señor se iba, y penso, "Ese es el tipo de Amor que quiero en mi Vida. "El Amor Verdadero no es físico, ni romantico. El Amor Verdadero es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será y no serás en la vida . La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo; ellos sólo hacen todo, lo mejor que pueden. Yo espero que compartas este mensaje con alguien a quien quieras. Yo lo acabo de hacer. La vida no se trata de sobrevivir a una tempestad, se trata de saber como BAILAR BAJO LA LLUVIA!!

sábado, 5 de noviembre de 2011

LA CARCEL Y LOS FORZADOS

ALMADEN MI PUEBLO           La Cárcel

 La Crujía (1525 aprox. - 1755)

Para entender la existencia de la cárcel es necesario explicar la importancia que tuvo en su momento la extracción del cinabrio.
El mercurio adquirió gran trascendencia en el mundo moderno gracias a su utilización a gran escala en los procesos de amalgamación.
Hermanos Fugger
La aparición de la condena a las minas de Almadén, íntimamente ligado a la aparición de la pena de galera, tiene un fin utilitario indudable: la falta de gente requerida en la mina para su recuperación, primero, y después para el mantenimiento de los niveles de producción de azogue concertados en los sucesivos arriendos entre la Corona y los Fúcares, hizo que en 1559 se solicitara desde el establecimiento el envío de treinta condenados a galeras, a lo que el monarca contestó que, si bien al parecer no serían útiles, dada la calidad de la mano de obra, se enviarían algunos para hacer la experiencia. A partir de ese momento veremos establecerse en todos y cada uno de los asientos de explotación de la mina una cláusula sobre el empleo de forzados, que incluía la jurisdicción inhibitoria sobre ellos, desde el número inicial teórico de los treinta concertados en 1566 hasta los sesenta u ochenta que recoge el asiento de 1623. A ello hay que sumar una cifra más o menos similar de esclavos, comprados por los administradores o enviados allí por sus dueños para su "corrección", que siempre había en la mina como mano de obra igualmente "no libre" para colaborar en unas tareas cuya peligrosidad retrajo a muchos potenciales obreros del trabajo en la mina; en todo caso los trabajadores libres eran más costosos para el establecimiento que los forzados y esclavos.
Los reos se enviaban desde la cárcel de Toledo de aquellos que esperaban su partida en "cadenas" hacia los arsenales de marina. En las sentencias se impone expresamente la condena "a servir en las minas de Almadén", pena que ha cobrado autonomía aunque no exista para ella leyes distintas de las elaboradas para la pena de galeras. Incluso en muchas sentencias condenatorias a trabajos forzados en la mina, se sigue recordando su origen en la pena de galeras, con expresiones como la de que se castiga a los reos "al remo sin sueldo en la Real mina y pozo de los azogues en Almadén", o incluso a las "galeras y crujía de la villa de Almadén", diferenciándose así de las condenas a las "galeras de agua"
En cuanto al final de este tipo de condenas, después de más de doscientos cincuenta años de vigencia se suprimió la pena de minas por Real Orden de 22 de mayo de 1799; al año siguiente fue desmantelado el presidio, trasladándose sus ocupantes al de Ceuta.
Las razones esgrimidas para ello son exactamente las mismas que propiciaron en 1803 la abolición de la pena de galeras: ya no hay trabajos que puedan fiarse a los forzados -desde el incencio de la mina en 1755, que se les atribuyó, estaban excluidos de las tareas interiores de la misma-, ni caudales con que comprenderlos, de que resulta encontrarse ociosos la mayor parte del tiempo con el fomento de todos los vicios, robos y quimeras que son consecuentes a tal estado, inventando siempre los medios de fugarse en que acaso podrían entrar los de un alboroto, incendio que ocasionen para lograrlo: y, sobre todo, porque los reos estaban causando un gravamen inútil e insoportable para la Real Hacienda con su manutención, vestido, custodia y hospitales, cuando su aportación a la producción era ya mínima.
A mediados del siglo XVI, se impuso a los Fúcares la obligación de costear una enfermería y una botica, así como la de contratar un médico y un barbero, ambos nombrados por el superintendente. Ambos tienen obligación de visitar diariamente a los enfermos por mañana y tarde, recetando los medicamentos, alimentos y bebidas que necesiten. Asistirán igualmente a las familias de las casas del superintendente, Contaduría Pagaduría.
Las recetas del médico o del cirujano han de ir rubricadas por el superintendente para que el boticario pueda entregar los medicamentos. Sólo a deshoras de la noche, o en casos de mucha urgencia que no admitan dilación, podrá prescindirse de dicha rúbrica; aunque después ha de completarse la receta con ella.
Uno de los forzados hace de enfermero. Cuida de los enfermos, les pone las comidas, bebidas y les da los remedios; todo a las horas que mande el médico o el cirujano. El ayudante del alcaide es otro forzado, que hace además "los mandados", entre ellos ir a por la carne a la botica.

 Gitanos Forzados

No son pocos los hombres de esta etnia que pasen por el establecimiento, acusados genéricamente de "ladrones" pero de hecho sin haber cometido otro delito que el ser "vagabundos y mal entretenidos", o simplemente por "andar en traje de gitano y hablar en lengua jerinzonza", cosa por otra parte habitual en otros ámbitos penales de la época.
Muchos fueron los reos acogidos a la conmutación de pena de galeras por la mitad del tiempo en las minas, de ellos bastantes gitanos. Pero llegado el momento, no se les daba la libertad, porque era condición que tuviesen domicilio ejercicio seguro, cosa muy rara en esta clase de gentes. Así es que la mayoría permanecieron en Almadén hasta 1763-1764, en que se les dio libertad a condición de que se establecieran en sitio fijo. Por último, en 1768 ya no fueron admitidos más gitanos que habían sido sentenciados por el corregidor de Trujillo a trabajar en las minas.
Más adelante, en el último decenio del siglo, hubo una conmutación pero a la inversa. A forzados de Almadén se les concedía la conmutación de su pena de trabajo en las minas por igual tiempo de servicio en algún regimiento del ejército.

 La Cárcel Nueva

Autorizado el Superintendente para la construcción de una nueva Cárcel se confió su construcción al Ingeniero de los Reales Ejércitos D. Silvestre Abarca.
Se terminó de construir hacia el año 1754 a la cual "iban los hombres más criminales de España, así como esclavos procedentes de las colonias situadas en África".
El 30 de septiembre de 1793, a propuesta del Superintendente, que no consideraba necesaria la enfermería de la cárcel, ordenó su supresión porque los forzados enfermos podían ser atendidos en una sala especial del Real Hospital de Mineros.
Parés nos dice que en la primera mitad del siglo XVIII enfermaban más los forzados y esclavos que los trabajadores libres, porque aquellos realizaban los trabajos más perjudiciales y fuertes. Pero como después del incendió de 1755, se les destinó a los tornos superficiales y a otros trabajos del exterior, enfermaron en lo sucesivo menos que los libres. Su jornada normal era de seis horas. Ahora bien, se les fijaba cantidad de trabajo, tirar de tantos carros cargados con 4º arrobas de piedra mineral, cargas tantas carretas, o dar movimiento a alguna máquina a mano. Si lo concluían antes de las seis horas habían cumplido.
Los forzados que llegaban a Almadén tenían que cumplir pena temporal o perpetua. Aunque la mayoría de los primeros no vivían lo suficiente para alcanzar la libertad después de cumplida la condena, algunos sí la lograban. En cuanto a los sentenciados a cadena perpetua a los esclavos, llegaba un momento en que por viejos, enfermos o azogados, resultaban inútiles para el trabajo. ¿Qué hacer con ellos? El Superintendente Valdés propuesto en 1712, así lo aprobó la Junta de Azogues, dar libertad a algunos de los diez esclavos que se hallaban en las referidas circunstancias, y que a los restantes del grupo se les diera la ración hasta su muerte.
Un real decreto de 4 de febrero de 1716 mandó, por punto general, se diera libertad a todos los esclavos forzados que en las minas de Almadén hubiesen servido fielmente durante diez años, con tal que los solicitaran los propios interesados. Esta disposición se aplicó a partir de entonces con automatismo, hasta que con ocasión de ser liberado en 1728 el forzado José Arias, sentenciado a cadena perpetua, se mandó no conceder libertad en los casos semejantes, sin antes dar cuenta a S.M. Desde luego, en adelante los tribunales al sentenciar reos a las minas de Almadén, lo hacían con pena temporal, nunca mayor de 10 años.
El 22 de mayo de 1799 el Rey resolvió, a petición de la Junta de Gobierno de las Minas de Almadén, no se condenase reo alguno al presidio y trabajos de aquellas minas.
El Presidio fue extinguido por R.D. de 8 de agosto de 1800, posteriormente pasó a ser en el siglo XIX Prisión Provincial; después, entre los años 1941 a 1969 fue un almacén de trigo; para ser demolida el 5 de mayo del año 1969; en el solar que allí quedó se construyó la actual Escuela Universitaria Politécnica de Almadén, perteneciente a la Universidad de Castilla-La Mancha.
La cárcel, durante su vida tuvo varios nombres: Penal, Cárcel del Partido, Cárcel de Forzados, Real Cárcel, Cárcel Nueva, Cárcel de Galeras.
El significado de la cárcel en Almadén fue importante sobre todo para el impulso que le dio en los trabajos en la mina ya que se llegaron a utilizar hasta doscientos esclavos cuando la falta de mano de obra se hacía patente por aquellos tiempos.
En los años 40 del pasado siglo XX, el uso de la cárcel fue de acuartelamiento de tropas y prisión política. Antes de su demolición a finales de los años 60 se utilizó como silo o almacén de grano del Servicio Nacional de Cereales.
Un real decreto de 4 de febrero de 1716 mandó, por punto general, se diera libertad a todos los esclavos forzados que en las minas de Almadén hubiesen servido fielmente durante diez años, con tal que los solicitaran los propios interesados.


Esta disposición se aplicó a partir de entonces con automatismo, hasta que con ocasión de ser liberado en 1728 el forzado José Arias, sentenciado a cadena perpetua, se mandó no conceder libertad en los casos semejantes, sin antes dar cuenta a S.M. Desde entonces y en adelante los tribunales, al sentenciar reos a las minas de Almadén, lo hacían con pena temporal, nunca mayor de 10 años.

viernes, 4 de noviembre de 2011

EL ÚLTIMO MIEDO



EL ÚLTIMO MIEDO


Temía estar solo hasta que aprendí a quererme a mi mismo.
Temía fracasar hasta que me di cuenta que también fracaso cuando no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí hasta que me di cuenta que de todos modos opinarían.
Temía que me rechazaran hasta que entendí que primero necesitaba yo, aceptarme a mi mismo.
Temía sufrir hasta que me di cuenta que el mismo era necesario para crecer y evolucionar.
Temía hacer frente a la verdad hasta que me di cuenta el precio que pagaba al negarla.
Temía la muerte hasta que aprendí que no es el final, sino más bien un principio.
Temía que me envidien hasta que me di cuenta que no es otra cosa que ignorancia.
Temía hacer el ridículo hasta que aprendí a reírme de mi mismo.
Temía a la vejez hasta que comprendí que venía acompañada por sabiduría.
Temía al pasado hasta que me di cuenta que ya pasó y y ahora solo quedan mis recuerdos y mis pensamientos que puedo elegir no convocarlos más.
Temía a la oscuridad hasta que me di cuenta que solo en ella podía ver brillar las estrellas.
Temía al cambio hasta que vi que aun la mariposa más bella necesita pasar por una metamorfosis antes de volar.




 Rafael Galarce.

jueves, 3 de noviembre de 2011

MEMORIAS DE LAS REALES MINAS DE ALMADEN

ALMADEN MI PUEBLO

AGUSTIN DE BETANCOUR Y MOLINARealizó un trabajo muy interesante sobre las Minas de Almadén en 1783, titulado "Memorias de las Reales Minas de Almaden", consta de tres memorias que os pongo a continuacion, espero que os guste...

http//www.cehopu.cedex.es/img/bibliotecaD/Reales_Minas_Almaden_1
:http://www.cehopu.cedex.es/img/bibliotecaD/Reales_Minas_Almaden_2
http://www.cehopu.cedex.es/img/bibliotecaD/Reales_Minas_Almaden_3

LA CANCION "LIBRE" DE NINO BRAVO


LA CANCION "LIBRE" DE NINO BRAVO
  • La canción habla del primer alemán que murió intentando atravesar el muro de Berlín.
    Peter Fechter, un obrero de la construcción de 18 años, intentó huir junto con un amigo y compañero de trabajo, Helmut K...ulbeik. Tenían pensado esconderse en el taller de un carpintero, cerca del muro, y, tras observar a los guardias de la "frontera" alejándose, saltar por una ventana hacia el llamado "corredor de la muerte", atravesarlo corriendo y saltar por el muro cerca del Checkpoint Charlie, a Berlín Oeste.

    Hasta llegar al muro las cosas salieron bien, pero cuando se encontraban arriba, a punto ya de pasar al otro lado, los soldados les dieron el alto, y a continuación dispararon. Helmut tuvo suerte, Peter resultó alcanzado por varios disparos en la pelvis, cayó hacia atrás, y quedó tendido en el suelo en la "tierra de nadie", durante cincuenta angustiosos minutos, moribundo, desangrándose, a la vista de todos, y sin que nadie hiciera nada.
    Gritó pidiendo auxilio, pero los soldados soviéticos que le habían disparado no se acercaron, y lo único que pudieron hacer los soldados americanos fue tirarle un botiquín, que no le sirvió de ayuda, ya que sus graves heridas internas le impedían moverse, y poco a poco fue perdiendo la consciencia. Durante casi una hora, los ciudadanos de ambos lados de Berlín contemplaron impotentes su agonía, gritando a los soldados de ambos lados para que le ayudasen.

    Pero ambos bandos tenían miedo de que los del otro lado les disparasen, como había pasado en otras ocasiones anteriores; aunque ninguna en una circunstancia tan perentoria como esta y a las dos del mediodía, con tantos testigos presentes, incluyendo periodistas en el lado occidental.
    Los soldados del lado oriental, zona a la que pertenecía en realidad la "tierra de nadie", tampoco le ayudaron, y no se acercaron hasta pasados 50 minutos, seguramente para que sirviera de ejemplo para cualquier otro que pensase huir.

    (Aún así, entre 1961 y 1989 murieron más de 260 personas, sólo intentando cruzar el Muro; además de los que murieron al querer cruzar la frontera entre las dos Alemanias, y ya no hablemos de los que estuvieron en la cárcel por intentarlo, o por ayudar a otros).
    Cuando por fin se acercaron los soldados de la RDA y se lo llevaron, los ciudadanos de ambos lados gritaron repetidamente "¡asesinos, asesinos!". En el lado occidental, se sucedieron las protestas y las manifestaciones los días siguientes, y los habitantes del Berlín Oeste comprendieron claramente lo difícil que sería para sus familiares y amigos del Berlín Este el intentar escapar. Asimismo, también se dieron cuenta, decepcionados, de que los soldados americanos, en pleno auge de la Guerra Fría, no harían nada para ayudarles en circunstancias similares. Fue un duro golpe para la esperanza de los berlineses.

    TIENE CASI VEINTE AÑOS y ya está
    cansado de soñar;
    pero TRAS LA FRONTERA está su hogar,
    su mundo y SU CIUDAD.
    Piensa que la ALAMBRADA sólo
    es un trozo de metal
    algo que nunca puede detener
    sus ansias de volar.

    Libre,
    como el sol cuando amanece yo soy libre,
    como el mar.
    Libre,
    como el ave que escapó de su PRISIÓN
    y puede al fin volar.
    Libre,
    como el viento que recoge MI LAMENTO Y MI PESAR,
    camino sin cesar,
    detrás de la verdad,
    y SABRÉ LO QUE ES AL FIN LA LIBERTAD.

    Con su amor por bandera se marchó
    cantando una canción;
    marchaba tan feliz que NO ESCUCHÓ
    LA VOZ QUE LE LLAMÓ.
    Y TENDIDO EN EL SUELO SE QUEDÓ,
    SONRIENDO Y SIN HABLAR;
    SOBRE SU PECHO, FLORES CARMÉSÍ
    BROTABAN SIN CESAR.

    La canción, escrita diez años después de los hechos, recoge una historia y unas fotos que dieron la vuelta al mundo, y que todavía hoy son símbolo de la crueldad humana. En el lugar donde murió Peter Fechter, se levantó en 1990 un monumento. Ya en 1997, dos antiguos soldados de la RDA fueron juzgados, y admitieron haber disparado contra Peter Fechter. Se les declaró culpables, y fueron condenados a un año de cárcel. En el juicio el forense declaró que toda ayuda hubiera sido inútil, ya que la gravedad de las heridas le hubiera causado la muerte en cualquier caso. Pero es algo que nunca sabremos, ¿verdad?
    La canción es símbolo de todo el pueblo alemán que soñó con huir, ya que si Peter fue la primera víctima del muro, el último, Chris Gueffroy, en 1989, tenía, precisamente, veinte años... Ps. Patricia Cabrera Sena







MASA CORAL ALMADEN 1941

ALMADEN MI PUEBLO

ARTURO CASTELLANOS




La increíble historia de Arturo Castellanos, un diplomático salvadoreño que se convirtió en héroe durante los años 40

El hombre que salvó 40.000 vidas durante el Holocausto





Oskar Schindler fue un empresario alemán que salvó a unos 1.200 judíos del Holocausto. Su modus operandi consistía en contratarlos para una fábrica de artículos situada en Polonia que abastecía al ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial. La gran pantalla se encargaría de llevarlo a la fama a través de la laureada película «La lista de Schindler», dirigida por Steven Spielberg. Pero el de Schindler no es el único caso de altruismo durante este terrible periodo de la historia. En el blog «Rescoldos en la Trébede» podemos leer la increíble hazaña de Arturo Castellanos, un diplomático salvadoreño que salvó a unos 40.000 judíos del exterminio nazi.
Castellanos murió hace 34 años sumido en la pobreza; su historia permanecía en el olvido hasta que en 1999 el historiador Carlos Cañas-Dinarte encontró copia de unos reveladores documentos en los archivos nacionales de San Salvador y se ordenó una investigación que concluyó con la concesión del título de «Justo entre las Naciones» por Yad Vashem en 2010.
José Arturo Castellanos Contreras, ése era su nombre completo, ocupó una de las jefaturas del Estado Mayor en su país hasta que el gobierno de Maximiliano Hernández Martínez lo envió a Europa en los años treinta con la misión de comprar armas. De aquel viaje no regresó porque Hernández Martínez lo veía como un rival político y prefirió nombrarlo cónsul general en Liverpool, Inglaterra. Después fue designado diplomático en Hamburgo y finalmente acabó en Ginebra, donde se hizo amigo del empresario húngaro Gyorgy Mandl, pieza fundamental de esta historia.
Mandl tenía ascendencia judía y para protegerlo de la amenaza nazi, Castellanos lo nombró primer secretario del consulado asignándole nacionalidad salvadoreña. Este fue el comienzo de un largo e intenso proceso de expedición de salvoconductos que se extendió a otros miles de húngaros de confesión judía, que de otra forma habrían acabado en campos

PARQUE MINERO

ALMADEN MI PUEBLO

MASCOTAS


MUSICA DE LOS 80


LA ISLA DE LOS SENTIMIENTOS....

De: la isla de los sentimientos
LA ISLA DE LOS SENTIMIENTOS.... Érase unA vez una vez
una islA muy BONITA y de na...turalezA indescriptible, en lA que vivian todos los sentimientos y valores del hombre: el buen humor, la tristeza, la sabiduria, junto con todos los demAs, incluso el amor.

Un día avisaron a los moradores de esta isla, que ésta iba a ser inundada. Muy
asustado el Amor, se preocupó para que todos los sentimientos se salvasen.

El avisaba a todos: "Huyan...la isla va a ser
inundada...huyan".

Todos corrieron y se embarcaron en lanchas para ir, hasta una montaña muy alta.
Sólo el Amor no lo hizo, él quería estar un poco más en la isla.

Cuando el agua se acercaba cada vez más, él corrió a pedir ayuda.


Vio pasar a la Riqueza y le dijo: "Riqueza ¡me llevas contigo?: y la riqueza le
dijo: "No puedo, mi lancha esta llena de oro y plata y tú no vas a caber".


Pasó entonces la Vanidad y el Amor le pidió:

"Vanidad ¡me llevas contigo?" ; y la vanidad le dijo. "No puedo, porque vas a
ensuciar mi lancha nueva".

Pasó entonces la Tristeza, y le dijo: "Tristeza ¡puedo ir contigo?"; y la
tristeza le dijo:"Oh amor, estoy tan triste que prefiero ir solita".

Luego pasó la Alegría, mas la alegría estaba tan alegre que no vio al Amor.

Ya desesperado al saber que moriría ahogado; el Amor comenzó a llorar. Pasó
entonces un barquito y le dijeron: "!Sube Amor, yo te llevo!". Y
el Amor subió.

Estando ya en la parte alta de la montaña, el Amor le preguntó a la Sabiduría:
"Sabiduría, ¡Quién era el del barquito que me trajo hasta aquí?

Y la Sabiduría le dijo: El Tiempo.

El Amor le replicó: ¡El tiempo?; pero ¡por qué sólo el Tiempo me quiso
traer?.

Y la Sabiduría le contestó:
"Porque sólo EL TIEMPO es capaz de ayudar a entender a un GRAN AMOR".....
.