La población permaneció bajo poder musulmán hasta 1151, en que Alfonso VII conquistó la comarca. En 1168 Alfonso VIII hizo cesión del territorio al conde don Nuño de Lara y al maestre de Calatrava, pasando a ser el pueblo patrimonio de la Orden de Calatrava junto con la dehesa de Castilseras. En mayo de 1218, Fernando III confirmó la donación, que fue renovada por Alfonso X el Sabio en abril de 1251, y por Sancho IV, aumentándola, en 1285 y 1289. La Orden explotó las minas cediéndolas en arriendo a particulares.
En 1417 recibió el título de villa. Al incorporarse los Maestrazgos a la Corona en 1512, el Tesoro comienza a incautarse de las rentas de Almadén. Para explotarlas se usaba mano de obra esclava y presidiaria.
En 1523 finaliza el arriendo de los Maestrazgos y por ende el de los pozos de Almadén, quedando el 4 de mayo de dicho año incorporados perpetuamente a la Corona de Castilla.
Hasta mediados del siglo XVII la explotación de las minas fue realizada por particulares por un derecho concedido por la Corona de Castilla, pero a partir de 1645 la mina vuelve a manos del Estado. A partir de esa fecha se inicia un periodo de lentas reformas, nombramientos de superintendentes y la explotación de nuevos filones.
Por el Rey Carlos III mediante la Real Orden de 14 de julio de 1777, se creó la Academia de Minería y Geografía Subterránea de Almadén, siendo su primer director el alemán Enrique Cristóbal Störr. La Escuela de Minería de Almadén fue la primera que se crea en España y la cuarta del mundo, después de las de Freiberg (Sajonia) en 1767, Schemnitz (Hungría) en 1770 y el Instituto Especial de Minas de San Petersburgo (Rusia) en 1772.
En 1795 se construye el edificio de la Academia donde se han venido desarrollando las enseñanzas de minas hasta 1973 y un Museo de minas. En las aulas de la Academia enseñaron y estudiaron diversos personajes de gran talla, entre ellos, Andrés Manuel del Río descubridor del vanadio.
En 1792 Carlos IV concedió a la villa más privilegios. En suma, durante el siglo XVIII la ciudad se expandió y tuvo lugar una gran labor arquitectónica: se construyó el Hospital de Mineros, la Plaza de Toros, la Escuela de Capataces de Minas y la Real Cárcel de Forzados, hoy desaparecida y construida en 1754 por el ingeniero Silvestre Abarca.
En la Guerra de la Independencia cayó en poder de los franceses, mandados por el mariscal Victor, el 15 de enero de 1810, permaneciendo las tropas francesas en el lugar hasta 1812.
En 1943 la Diputación provincial elige mayoritariamente a su alcalde Justo Sánchez Aparicio para el cargo de procurador en Cortes en la I Legislatura de las Cortes Españolas (1943-1946), representando a los Municipios de esta provincia[2]
En 1417 recibió el título de villa. Al incorporarse los Maestrazgos a la Corona en 1512, el Tesoro comienza a incautarse de las rentas de Almadén. Para explotarlas se usaba mano de obra esclava y presidiaria.
En 1523 finaliza el arriendo de los Maestrazgos y por ende el de los pozos de Almadén, quedando el 4 de mayo de dicho año incorporados perpetuamente a la Corona de Castilla.
Hasta mediados del siglo XVII la explotación de las minas fue realizada por particulares por un derecho concedido por la Corona de Castilla, pero a partir de 1645 la mina vuelve a manos del Estado. A partir de esa fecha se inicia un periodo de lentas reformas, nombramientos de superintendentes y la explotación de nuevos filones.
Por el Rey Carlos III mediante la Real Orden de 14 de julio de 1777, se creó la Academia de Minería y Geografía Subterránea de Almadén, siendo su primer director el alemán Enrique Cristóbal Störr. La Escuela de Minería de Almadén fue la primera que se crea en España y la cuarta del mundo, después de las de Freiberg (Sajonia) en 1767, Schemnitz (Hungría) en 1770 y el Instituto Especial de Minas de San Petersburgo (Rusia) en 1772.
En 1795 se construye el edificio de la Academia donde se han venido desarrollando las enseñanzas de minas hasta 1973 y un Museo de minas. En las aulas de la Academia enseñaron y estudiaron diversos personajes de gran talla, entre ellos, Andrés Manuel del Río descubridor del vanadio.
En 1792 Carlos IV concedió a la villa más privilegios. En suma, durante el siglo XVIII la ciudad se expandió y tuvo lugar una gran labor arquitectónica: se construyó el Hospital de Mineros, la Plaza de Toros, la Escuela de Capataces de Minas y la Real Cárcel de Forzados, hoy desaparecida y construida en 1754 por el ingeniero Silvestre Abarca.
En la Guerra de la Independencia cayó en poder de los franceses, mandados por el mariscal Victor, el 15 de enero de 1810, permaneciendo las tropas francesas en el lugar hasta 1812.
En 1943 la Diputación provincial elige mayoritariamente a su alcalde Justo Sánchez Aparicio para el cargo de procurador en Cortes en la I Legislatura de las Cortes Españolas (1943-1946), representando a los Municipios de esta provincia[2]
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