Hoy tomaremos esta publicación para hablar un poco sobre los beneficios o propiedades curativas y medicinales que tiene el ajo. ¿Por qué el ajo? Bueno, principalmente, el bulbo o cabeza de ajo es algo que casi todas las familias tienen en casa, y, al ser tan común, sería magnífico conocer cómo el ajo puede ayudarnos a combatir enfermedades y malestares que pudiesen estar afectándonos actualmente.
Contra la retención de líquidos: si este es tu problema, déjame decirte que el ajo es un diurético excelente. En casos de hidropesía, edemas, reumatismo o problemas asociados a la vejiga, el ajo favorece la eliminación de líquidos que se encuentren en el cuerpo. Para combatir esto, simplemente machacaremos de 3 a 5 dientes de ajo y los colocaremos en un litro de agua; se deja reposar, y se toman 2 vasos al día. Hazlo por 2 semanas seguidas y luego detente 1 semana.
Mejora la digestión: masticar un diente de ajo o tomarlo con agua favorece la digestión al estimular al hígado y al páncreas. No es recomendable si se sufre de acidez estomacal o si se presenta el caso de un estómago delicado.
Ayuda a la circulación: el ajo colabora activamente a la no formación de coágulos de sangre, por lo que regula el flujo sanguíneo. El ajo tiene componentes sulforosos que lo ayudan a combatir enfermedades como la hipertensión, infarto de miocardio, colesterol y hemorroides.
Luego de haber leído lo anterior quizá se esté diciendo: “No sabía que el ajo servía para la digestión, para la circulación o para drenar líquidos en el cuerpo”. La verdad es que cada día se aprende algo nuevo y bueno, y, en este caso, sabiendo que el ajo está aquí, allá y en cualquier lugar, ¿por qué no aplicarlo para mejorar nuestra salud?
Combate procesos infecciosos: las bacterias que infectan al aparato respiratorio, provocando la gripe, la faringitis y bronquitis; al aparatodigestivo, causando enfermedades como diarrea; o al aparato excretor, donde produce cistitis o alguna infección renal, son eliminadas por los componentes que hacen que el ajo sea un efectivo bactericida. Esto se debe en su mayoría al alto contenido de azufre.
Cáncer: no por estar de último deja de ser importante. Se ha demostrado que el consumo del ajo está asociado al impedimento del avance del cáncer. Aquí se vuelve a hablar del azufre; y es que los componentes azufrados parecen ser los responsables en la batalla contra la aparición de células cancerígenas en partes como el pecho, el estómago o el hígado.
Además de todo esto, el ajo posee antioxidantes y bactericidas que pueden frenar la aparición de las infecciones que hacen que el sida pueda brotar en nuestro cuerpo. Para este fin se recomienda comer entre 4 y 6 granos de ajo crudos.
¿Interesante verdad? Ahora que ya sabemos aplicaciones, propiedades y beneficios del ajo, lo mejor será ir a la cocina, buscar el ajo que tengamos disponible y aprovecharlo de la mejor manera.
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