A sus vecinos, labriegos y hombres de secano, entre los que escaseaban los hijosdalgo y las familias blasonadas, el sueño de la Mar y la aventura a lo desconocido que les pudiera devolver a su tierra convertidos en ricos hacendados, les debía resultar una proposición bastante suculenta, volando su imaginación, sin atadura ninguna, más allá de la Sierra de Nuestra Señora del Castillo, el Torozo o el Zújar. Uno de los pioneros en esta aventura fue un tal Francisco Casanuevo o Casanova, natural de Chillón, que desembarcó en México, a las órdenes de Pánfilo Narváez en 1520. Tras la derrota de éste en el enfrentamiento con Hernán Cortés, es muy probable que Casanova, se uniese a las tropas de Cortés, y continuase junto al gran Conquistador, en el asalto al magnífico imperio azteca.
Tras ello y por su diligencia le será encomendada la custodia de parte de las joyas y el oro que los conquistadores se han ido apropiando como botín, para su envío a Castilla, pero éste desaparece con el tesoro y se ordena su búsqueda tanto en la Isla de la Española, como en la de San Juan para lo cual el 30 de septiembre de 1525, el Tesorero General de la Nueva España y sus provincias, Don Alonso de Estrada, entrega un poder a favor de “… los señores Pedro Nuñez de Guzmán, tesorero de S.M. en la Isla de Cuba, llamada Fernandina, y a Manuel de Rojas, vecino de la ciudad de Santiago, para que recaudasen y cobrasen de Francisco de Casanova, que ha estado en esta Nueva España, e es natural de la villa de Chillón, en el Reyno de Toledo, todos los pesos de oro e joyas e otras cosas que por mi llevaba a los reinos de Castilla…”
Tras ello y por su diligencia le será encomendada la custodia de parte de las joyas y el oro que los conquistadores se han ido apropiando como botín, para su envío a Castilla, pero éste desaparece con el tesoro y se ordena su búsqueda tanto en la Isla de la Española, como en la de San Juan para lo cual el 30 de septiembre de 1525, el Tesorero General de la Nueva España y sus provincias, Don Alonso de Estrada, entrega un poder a favor de “… los señores Pedro Nuñez de Guzmán, tesorero de S.M. en la Isla de Cuba, llamada Fernandina, y a Manuel de Rojas, vecino de la ciudad de Santiago, para que recaudasen y cobrasen de Francisco de Casanova, que ha estado en esta Nueva España, e es natural de la villa de Chillón, en el Reyno de Toledo, todos los pesos de oro e joyas e otras cosas que por mi llevaba a los reinos de Castilla…”
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