LA LOMBARDA

La lombarda   La lombarda, es una hortalizas sumamente apreciada y popular por sus hojas. Rara es la huerta familiar que no las incluya en sus cultivos ordinarios. Se puede decir que es la verdura por excelencia. Es típicamente una col invernal; las épocas de cosecha son el otoño y parte del invierno. Como todas las coles, son plantas bianuales, es decir, que alcanzan su ciclo vital a lo largo de dos años. Es originaria del área mediterránea, la historia señala que fue cultivada por los egipcios 2500 años antes de Cristo y posteriormente por los griegos. Los antiguos romanos la utilizaron como alimento, pero también como medicina para curar a los soldados. En la Edad Media esta hortaliza fue considerada como el médico de los pobres por su contenido en vitaminas, sales minerales y azufre. Además de servir como cataplasmas en ciertas zonas, con efectos curativos, es una de las verduras invernales por excelencia. Su cultivo esta muy extendido en muchos países fríos y con poco sol, como el resto de las coles. En España es habitual plato en Navidades, ya sea como crema o hervida y rehogada con diferentes frutos.  La col lombarda es rica en vitaminas C (con una ración se cubre el 100% de la cantidad diaria recomendada) y ácido fólico. Aporta igualmente cantidades considerables de potasio, fósforo, magnesio y fibra. También contiene flavonoides, entre los que destacan los antocianos, cuyo componente más abundante es la cianidina que confiere el color morado a la lombarda, y la quercetina, flavonoide que actúa como antiinflamatorio y contra algunos tipos de cáncer como el de pulmón, de próstata, de mama, de útero, endometrio y de tumores relacionados con el tracto gastrointestinal. En personas que presentan enfermedades intestinales y malas digestiones, la lombarda, pueden producir flatulencias y problemas digestivos. Se dice que alivia la úlcera gástrica debido a que contiene una sustancia llamada s-metil metionina. También ayuda a acelerar el metabolismo de estrógenos en la mujer, lo que ofrece cierto grado de protección contra los cánceres.  Cuando se compra una lombarda debe de ser firme. Las hojas exteriores deberán ser de color morado brillante, frescas y sin defectos. Las hojas anchas exteriores o la envoltura de la lombarda deben estar separadas del nervio principal y hay que desecharlas. Si la col tiene muchas hojas sueltas se pierde mucho de su parte comestible. Como es costumbre acompañamos el contenido semanal con alguna receta que hace referencia al tema tratado como la lombarda, el rotkohl lombarda, la crema de lombarda, la lombarda con manzana o la ensalada con centro de rábanos al yogurt.