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Pues bien, siempre hemos escuchado que hay que usar filtro solar para evitar que los rayos ultravioleta y otras radiaciones dañen nuestra piel. Es por eso que las personas en el mundo gastamos en conjunto cientos de millones de dólares en filtros solares. Sin embargo, la información que la doctora Elizabeth Plourde –bióloga, científica clínica e investigadora, especializada en hormonas y autora del libro Sunscreens—Biohazards: Treat as Hazardous Waste–, nos da es alarmante: “Lejos de proteger a nuestros hijos y a nosotros, los filtros solares aumentan el riesgo de melanoma e inducen el envejecimiento de la piel”.
“Partamos de que la piel, nuestro órgano más grande, es un canal abierto que absorbe todo lo que le aplicas y lo lleva al torrente sanguíneo. Después de cinco minutos de aplicar un filtro solar, éste viaja por tu sangre y, después de unas horas, se encuentra en el hígado, los riñones, los testículos y el cerebro”, advierte la doctora Plourde.
Entre los muchos peligros que conlleva el uso de los químicos contenidos en los filtros solares como el Dióxido de Titanio (TDC) (TIO2) y óxido de zinc (ZNO), me parece que el más importante es el señalado por la coincidencia entre el aumento exponencial del índice de melanoma y de autismo en los niños (de acuerdo con estudios de la OMS) y la fecha de aprobación de dichos químicos por parte de la FDA en 1973.
En Estados Unidos, según las investigaciones del Centro para el Control de Enfermedades (CDC), el autismo en niños de ocho años aumentó 57 por ciento entre 2002 y 2006. “Hormonalmente, muchos de los químicos de los filtros solares actúan como potentes antitestosteronas, lo que afecta el desarrollo de los niños desde la etapa fetal”, comenta Plourde, y agrega: “Dichos ingredientes son relativamente nuevos para la humanidad. Estos metales en su forma natural son pastas blancas muy gruesas similares al pegamento blanco. Para hacer los productos más aceptables por consumidor, los fabricantes optaron por partículas de tamaños infinitesimales que resultan transparentes al ojo humano y que pueden causar daños insospechados”.
Las investigaciones afirman que el comportamiento de estas nano partículas es completamente diferente al que presentan en su forma original.
Veamos la información que la doctora Plourde comparte acerca del efecto de los químicos de los filtros solares:
“Partamos de que la piel, nuestro órgano más grande, es un canal abierto que absorbe todo lo que le aplicas y lo lleva al torrente sanguíneo. Después de cinco minutos de aplicar un filtro solar, éste viaja por tu sangre y, después de unas horas, se encuentra en el hígado, los riñones, los testículos y el cerebro”, advierte la doctora Plourde.
Entre los muchos peligros que conlleva el uso de los químicos contenidos en los filtros solares como el Dióxido de Titanio (TDC) (TIO2) y óxido de zinc (ZNO), me parece que el más importante es el señalado por la coincidencia entre el aumento exponencial del índice de melanoma y de autismo en los niños (de acuerdo con estudios de la OMS) y la fecha de aprobación de dichos químicos por parte de la FDA en 1973.
En Estados Unidos, según las investigaciones del Centro para el Control de Enfermedades (CDC), el autismo en niños de ocho años aumentó 57 por ciento entre 2002 y 2006. “Hormonalmente, muchos de los químicos de los filtros solares actúan como potentes antitestosteronas, lo que afecta el desarrollo de los niños desde la etapa fetal”, comenta Plourde, y agrega: “Dichos ingredientes son relativamente nuevos para la humanidad. Estos metales en su forma natural son pastas blancas muy gruesas similares al pegamento blanco. Para hacer los productos más aceptables por consumidor, los fabricantes optaron por partículas de tamaños infinitesimales que resultan transparentes al ojo humano y que pueden causar daños insospechados”.
Las investigaciones afirman que el comportamiento de estas nano partículas es completamente diferente al que presentan en su forma original.
Veamos la información que la doctora Plourde comparte acerca del efecto de los químicos de los filtros solares:
97 por ciento de los estadounidenses tiene químicos de los filtros solares en la sangre.
En la gestación estos químicos pasan por la placenta y alteran la diferenciación crucial entre el sexo femenino y masculino.
Durante la lactancia pasan también a través de la leche materna y causan disrupción hormonal en el bebé.
Posteriormente causan que la pubertad se presente en etapas más tempranas y que los senos en los hombres crezcan.
Bloquean la síntesis de la vitamina D, esencial para el crecimiento y el desarrollo.
Causan daño a nivel celular: reducen el tamaño de la célula, reducen su reproducción, reducen su movilidad, así como la habilidad de contraer colágeno y crean estrés oxidativo, entre otras cosas.
En la gestación estos químicos pasan por la placenta y alteran la diferenciación crucial entre el sexo femenino y masculino.
Durante la lactancia pasan también a través de la leche materna y causan disrupción hormonal en el bebé.
Posteriormente causan que la pubertad se presente en etapas más tempranas y que los senos en los hombres crezcan.
Bloquean la síntesis de la vitamina D, esencial para el crecimiento y el desarrollo.
Causan daño a nivel celular: reducen el tamaño de la célula, reducen su reproducción, reducen su movilidad, así como la habilidad de contraer colágeno y crean estrés oxidativo, entre otras cosas.
¿Qué hacer?
Lee las etiquetas y evita aquellos productos con sales de aluminio e hidróxido de aluminio.
Expón el cuerpo 15 minutos al sol sin protección, no sólo es bueno sino necesario para la salud.
Una alimentación rica en antioxidantes ayuda a prevenir los daños que el sol produce cuando nos exponemos por mucho tiempo.
Cubre la piel con ropa de manga larga, sombreros, gorras y prendas especiales para el agua.
Lee las etiquetas y evita aquellos productos con sales de aluminio e hidróxido de aluminio.
Expón el cuerpo 15 minutos al sol sin protección, no sólo es bueno sino necesario para la salud.
Una alimentación rica en antioxidantes ayuda a prevenir los daños que el sol produce cuando nos exponemos por mucho tiempo.
Cubre la piel con ropa de manga larga, sombreros, gorras y prendas especiales para el agua.
Si deseas más información entra a www.sunscreenbiohazard.com.
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