LA JOYA DE LA CORONA

Felipe II encargó en 1.557 a Francisco de Mendoza una visita a la mina para informar de su estado y necesidades, porque la consideraba "como una de las mejores joyas de la corona de España". En 1.613 ordena Felipe III girar otra visita a la mina por Juan del Pedroso, a fin de ver si podían extraerse 10.000 quintales por año, de lo cual se deduce que no podía llegarse más que a 5.000 y que trabajando con cuidado podría quizá llegarse a 8.000. Juan del Pedroso propuso que se nombrase un superintendente y que se quitase la justicia a los Fúcares. Terminado en 1.645 el contrato con los Fuggar, comienza a explotarse la mina por la Real Hacienda y da principio la odisea de Juan Bustamante, que propone la construccción de sus hornos a estilo de los hornos de Saavedra Barba, empleados en Huancavelica (Perú), con algunas modificaciones, y después de ser muy discutido, consigue al fin que se le haga justicia y se le autorice para su construcción. Se comienza a construir en septiembre de 1.646, el dia 25, y se termina el primer horno Ntra. Sra. de la Concepción, el 25 de octubre del mismo año, dia en que se carga por primera vez. Otros hornos construidos después, se llamaron Atocha, Almudena, San Pedro, San Pablo, San Antonio y Santo Domingo. En vista del buen resultado de los hornos, se premiaron en 1.647, los servicios de Juan Bustamante, Caballero de Santiago, nombrándole superintendente de Almadén. Fué el primero que llevó ese título y en 1.651 se le envió de corregidor a Cuzco.