Dos gemelas indonesias se reencuentran en Suecia tras 29 años
Lin Backman y Emilie Falk, dos gemelas no idénticas reunidas tras 29 años Una ecuación para el matemático más osado: con los cientos de miles de adopciones que se hacen cada día en todo el mundo; con la cantidad de países que acogen gustosamente a niños de otras naciones, ¿qué posibilidades existen de que dos hermanas que sean gemelas no idénticas se reencuentren 29 años después a menos de 50 kilómetros la una de la otra? Porque eso es precisamente lo que les ha ocurrido a Emilie Falk y Lin Backman, dos mujeres de origen indonesio que, de alguna forma, fueron adoptadas por la misma región sueca.
Su historia comienza en 1983, cuando ambas hermanas nacieron en Indonesia y fueron dadas en adopción casi de inmediato en un orfanato de Semarang, al norte de Indonesia. Una acabó con los Falk, una familia del sur de Suecia. La otra fue recogida por los Balkan, otra familia del sur de Suecia. Cuando este último clan salió del orfanato y cogió un taxi, el conductor les preguntó, sorprendido, "¿Y qué ha pasado con la otra, con la hermana?". No lo sabían. Pero estaban determinados a averiguarlo.
De hecho, le pidieron al orfanato que les diera el nombre original de la niña y ahí fue cuando descubrieron que había una chica con el mismo nombre que vivía a unos 50 kilómetros de donde ellos. Los dos bebés se juntaron un par de veces mientras las respectivas familias se reunían para contrastar los papeles de cada adopción. Esto les resultó poco productivo: había muchos datos -el nombre del padre, por ejemplo- que no casaban. Y estamos hablando de una época anterior a las pruebas de ADN, así que al poco las familias fueron perdiendo el contacto.
Eso hasta que Emilie Falk se casó hace dos años. Es algo que, bien es sabido, incita a muchos novios a pensar en la familia. "Le pregunté a mi madre, y me contó esta historia, como había hecho en varias ocasiones. Pero esta vez decidí buscar a Lin", explica ahora. Así que contactó con una asociación de indonesios adoptados en Suecia y, con el nombre actualizado de su hermana, hizo lo que haría cualquiera que quisiera encontrar a una persona: metió su nombre en Facebook. No tuvo que buscar mucho. Enseguida dio con Lin Backman, una chica que vivía no muy lejos. Le escribió contándole un poco de su hisotria y, para validar su mensaje, incluyó el nombre de su madre biológica y su fecha de nacimiento.
¿La respuesta? "Wow, ese era el nombre de mi madre. Y ese es mi cumpleaños".
Por si eso fuera poco, las dos desconocidas sí pudieron someterse a una prueba de ADN. Había un 99,98% de posibilidades de que fueran hermanas. Pero en el fondo, reconocen, no les hacía falta la prueba. Desde que se conocieron, han encontrado multitud de similitudes entre las dos, aunque el físico no sea una de ellas: ambas son profesoras, se casaron el mismo día con un año de diferencia, y hasta bailaron la misma canción de bodas: You and me, de Lifehouse.
"Cuando Lin me llamó con los resultados de la prueba de ADN, recuerdo estar sentada en el coche. Y cuando me lo dijo, empecé a reírme porque me parecía de lo más raro", añade Emilie. "De repente empecé a pensar que habíamos compartido el mismo vientre. Era muy raro. Pero muy interesante también". Hoy, se plantean volver a su tierra natal y encontrar a sus padres biológicos. En uno de los papeles de la adopción se dice que es taxista. "Me pregunto si era el taxista", se pregunta Emilie.
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