El Real Hospital de Mineros de San Rafael de Almadén, es un edificio del siglo XVIII, declarado Bien de Interés Cultural en 1992, incluido dentro del Parque Minero de Almadén. Alberga el Museo del Minero, dedicado a la historia y evolución de la minería, actividad de gran importancia histórica y económica en esta localidad desde la época romana.
Edificio construido entre los años 1755 y 1773, su construcción está íntimamente relacionada a la Plaza de Toros de Almadén de donde se obtiene parte del dinero para financiar su construcción.
Curiosa construcción en forma de "L" formada por pasillo, patios ajardinados y otras dependencias en su interior. Se completa con otro edifico de menores proporciones que alojaba en su época diversos servicios del Hospital, como cuadras, viviendas del personal sanitario, cocinas, etc.
La fachada se organiza en dos cuerpos, en la que destaca la portada en piedra rematada con una escultura del Arcángel San Rafael, bajo cuya advocación esta construido el edificio. La puerta de entrada está flanqueada por dos esbeltas pilastras y en su interior destacan las grandes salas abovedadas destinadas a los enfermos.
Recientemente restaurado alberga en su interior el Archivo Histórico de Minas de Almadén, la sede de la Fundación Almadén y el Museo del Minero. Este edificio así como el museo que alberga les permitirá conocer mejor la historia y lo que ha significado la minería para la comarca de Almadén y sus gentes.
Tras el museo, podemos continuar la visita por los Jardines, desde los que accederemos a los Calabozos en los que eran tratados los presos enfermos que trabajaban en las minas.
Historia
Las minas de Almadén, en pleno apogeo durante el siglo XVIII, necesitaron durante todo el siglo un continuo aporte de mano de obra. El hacinamiento de las viviendas, las condiciones de trabajo, la falta de medidas higiénicas y la insalubridad de la mina, facilitaron el brote de enfermedades de carácter epidémico. Este tipo de circunstancia y la voluntad general de mejorar la asistencia a los mineros llevó a las autoridades a iniciar la construcción del Hospital en 1752.
Almadén fue la primera ciudad del mundo en la que se creó un hospital para tratar el hidrargirismo, conocido como el mal del azogue, que contó, ya en el siglo XVIII, con profesionales especializados y con tratamientos curativos como el cajón-sauna y la playa.
Tardó en construirse 24 años, fundamentalmente por problemas de financiación. Lo fundó el superintendente Francisco Javier de Villegas, por lo cual alberga la fundación del mismo nombre actualmente.
Periodo
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