..Una persona intenta manipularte cuando te sugiere o dice lo que tienes que hacer de tal forma que se beneficie más que tú, cuando percibes amenaza o sientes miedo.
Si estás haciendo algo contra tu voluntad, tus principios, valores o metas, alguien te está manipulando. Se está aprovechando de ti.
La cuestión es especialmente preocupante cuando sientes miedo, culpa o vergüenza.
Suele ser difícil darse cuenta de que uno está siendo sometido a manipulación. Puede notar que se siente culpable, que está haciendo lo que la otra persona quiere por miedo, tener extrañas molestias físicas o incluso ataques de pánico... pero tal vez no descubra que están relacionados con que está renunciando a sus valores, principios y objetivos para satisfacer los de otra persona.
Un buen truco para detectar la manipulación y saber quién te manipula es analizar lo que sientes cuando estás con esa otra persona. ¿Miedo? ¿Culpa? ¿Vergüenza? ¿Aprensión? ¿Inseguridad? ¿Repulsión? ¿Pensar que eres un imbécil o un inútil? ¿Intenso afecto inmotivado? Una relación normal no debe producirte emociones negativas, todo lo más neutras, y sentimientos demasiado positivos (no de enamoramiento) con alguien a quien acabas de conocer son sospechosos.
¿Es eso contrario a tus valores, principios, expectativas? Nadie hace algo contra sí mismo si no está muy presionado por el ambiente. Si es así, ¿a quién beneficia? Ese es el manipulador. Ese, o quien mueve sus hilos en la sombra.
Los chantajistas emocionales son de todas las edades y sexos; cualquiera puede ser: el esposo, el hijo, el jefe, la madre o la mejor amiga. La característica que todos comparten es su habilidad para controlar a los demás con las palabras perfectas o el comportamiento justo para cada persona. Estas personas conocen los miedos o debil...idades de sus víctimas, y las explotan para obtener lo que quieren, sin tener que negociar o aceptar una derrota. Como sabe que sus tácticas funcionan, y le dan buen resultado el chantajista emocional siempre gana.
Al final pierde algo muy valioso, el respeto y la buena voluntad de la persona que padece sus manipulaciones. Pero aunque el chantaje emocional es poderoso, existen formas de liberarnos de él."
La manipulación emocional está presente en las batallas de pareja cuando De forma inconsciente o voluntaria se exige a otra persona que actúe según los propios deseos o necesidades sin dejarle posibilidad de elegir, o cuando nos empeñamos en que cambie y se adecue a lo que deseamos, aunque todo esto lo... hagamos creyendo que es por su bien.
Existen diferentes grados de manipulación emocional. Algunos chantajes son más transparentes e inofensivos, otros más retorcidos. Algunos no implican apenas daño ni menoscabo para la otra persona, mientras que otros pueden resultar muy destructivos.
El chantaje emocional es difícil de reconocer, dado que a veces está tan infiltrado en nuestras relaciones que no nos percatamos de cuándo somos víctimas de él ni cuándo lo empleamos. Sin embargo, cuando se da una mezcla de miedo, obligación y culpa para que la pareja acabe sucumbiendo a las propias expectativas se puede decir que nos encontramos ante un caso inminente de Manipulación emocional.
El chantaje emocional puede adoptar diferentes formas. Algunas de las estrategias utilizadas por el chantajista son:
• El castigo: Se amenaza, de manera directa o implícita, que si no se realiza lo que uno desea habrá que atenerse a consecuencias negativas
• El autocastigo: En este caso la amenaza va dirigida a dañarse a uno mismo para hacer sentir culpable al otro. “Si tú no me quieres la vida no tiene sentido para mí, así que me abandonaré”.
• Las promesas: Se ofrecen promesas maravillosas a cambio de que se acate la propia voluntad, pero no siempre se cumplen.
• El silencio: Supone una manera fría de mostrar enfado, en que el otro siente que sólo si cede logrará mejorar el clima relacional.
• Hacerse la víctima: Es una exigencia disfrazada de sentimientos de lástima y culpabilidad. Como, por ejemplo: “Si no vienes a verme estaré todo el día solo”.
• Dar para recibir: Dar u ofrecer cosas para atar a la otra persona. “Dado que te ayudé ahora merezco algo a cambio”.
• Culpabilizar: Se utilizan reproches o comentarios críticos para que alguien se sienta culpable y así corrija su actitud o su comportamiento.
CÓMO DETECTAR LA MANIPULACIÓN
Para saber si te encuentras ante una situación de manipulación es importante detectar cuáles son las sensaciones ante los mensajes de la pareja y preguntarte lo siguiente ¿Me siento amenazado o que se me está exigiendo algo que no deseo hacer? , ¿Ante esta situación no hay una fácil salida?, ¿Si accedo debo renunciar a mis propios deseos o necesidades?, ¿Si no lo hago me sentiré culpable, con miedo a ser rechazado o mi pareja se enfadará? Si la mayoría de tus respuestas son afirmativas es lógico que no estás actuando con toda libertad.
Detectar la diferencia entre petición y exigencia nos informará de cuándo somos objeto de manipulaciones o cuándo las utilizamos para conseguir lo que deseamos. Pedir implica dar libertad para elegir entre satisfacer o no la demanda y se tiene en cuenta a la otra persona. Mientras que al exigir no se da esta alternativa y se ignoran los sentimientos y las necesidades del otro.
..Una persona intenta manipularte cuando te sugiere o dice lo que tienes que hacer de tal forma que se beneficie más que tú, cuando percibes amenaza o sientes miedo.
Si estás haciendo algo contra tu voluntad, tus principios, valores o metas, alguien te está manipulando. Se está aprovechando de ti.
La cuestión es especialmente preocupante cuando sientes miedo, culpa o vergüenza.
Suele ser difícil darse cuenta de que uno está siendo sometido a manipulación. Puede notar que se siente culpable, que está haciendo lo que la otra persona quiere por miedo, tener extrañas molestias físicas o incluso ataques de pánico... pero tal vez no descubra que están relacionados con que está renunciando a sus valores, principios y objetivos para satisfacer los de otra persona.
Un buen truco para detectar la manipulación y saber quién te manipula es analizar lo que sientes cuando estás con esa otra persona. ¿Miedo? ¿Culpa? ¿Vergüenza? ¿Aprensión? ¿Inseguridad? ¿Repulsión? ¿Pensar que eres un imbécil o un inútil? ¿Intenso afecto inmotivado? Una relación normal no debe producirte emociones negativas, todo lo más neutras, y sentimientos demasiado positivos (no de enamoramiento) con alguien a quien acabas de conocer son sospechosos.
¿Es eso contrario a tus valores, principios, expectativas? Nadie hace algo contra sí mismo si no está muy presionado por el ambiente. Si es así, ¿a quién beneficia? Ese es el manipulador. Ese, o quien mueve sus hilos en la sombra.
Los chantajistas emocionales son de todas las edades y sexos; cualquiera puede ser: el esposo, el hijo, el jefe, la madre o la mejor amiga. La característica que todos comparten es su habilidad para controlar a los demás con las palabras perfectas o el comportamiento justo para cada persona. Estas personas conocen los miedos o debil...idades de sus víctimas, y las explotan para obtener lo que quieren, sin tener que negociar o aceptar una derrota. Como sabe que sus tácticas funcionan, y le dan buen resultado el chantajista emocional siempre gana.
Al final pierde algo muy valioso, el respeto y la buena voluntad de la persona que padece sus manipulaciones. Pero aunque el chantaje emocional es poderoso, existen formas de liberarnos de él."
La manipulación emocional está presente en las batallas de pareja cuando De forma inconsciente o voluntaria se exige a otra persona que actúe según los propios deseos o necesidades sin dejarle posibilidad de elegir, o cuando nos empeñamos en que cambie y se adecue a lo que deseamos, aunque todo esto lo... hagamos creyendo que es por su bien.
Existen diferentes grados de manipulación emocional. Algunos chantajes son más transparentes e inofensivos, otros más retorcidos. Algunos no implican apenas daño ni menoscabo para la otra persona, mientras que otros pueden resultar muy destructivos.
El chantaje emocional es difícil de reconocer, dado que a veces está tan infiltrado en nuestras relaciones que no nos percatamos de cuándo somos víctimas de él ni cuándo lo empleamos. Sin embargo, cuando se da una mezcla de miedo, obligación y culpa para que la pareja acabe sucumbiendo a las propias expectativas se puede decir que nos encontramos ante un caso inminente de Manipulación emocional.
El chantaje emocional puede adoptar diferentes formas. Algunas de las estrategias utilizadas por el chantajista son:
• El castigo: Se amenaza, de manera directa o implícita, que si no se realiza lo que uno desea habrá que atenerse a consecuencias negativas
• El autocastigo: En este caso la amenaza va dirigida a dañarse a uno mismo para hacer sentir culpable al otro. “Si tú no me quieres la vida no tiene sentido para mí, así que me abandonaré”.
• Las promesas: Se ofrecen promesas maravillosas a cambio de que se acate la propia voluntad, pero no siempre se cumplen.
• El silencio: Supone una manera fría de mostrar enfado, en que el otro siente que sólo si cede logrará mejorar el clima relacional.
• Hacerse la víctima: Es una exigencia disfrazada de sentimientos de lástima y culpabilidad. Como, por ejemplo: “Si no vienes a verme estaré todo el día solo”.
• Dar para recibir: Dar u ofrecer cosas para atar a la otra persona. “Dado que te ayudé ahora merezco algo a cambio”.
• Culpabilizar: Se utilizan reproches o comentarios críticos para que alguien se sienta culpable y así corrija su actitud o su comportamiento.
CÓMO DETECTAR LA MANIPULACIÓN
Para saber si te encuentras ante una situación de manipulación es importante detectar cuáles son las sensaciones ante los mensajes de la pareja y preguntarte lo siguiente ¿Me siento amenazado o que se me está exigiendo algo que no deseo hacer? , ¿Ante esta situación no hay una fácil salida?, ¿Si accedo debo renunciar a mis propios deseos o necesidades?, ¿Si no lo hago me sentiré culpable, con miedo a ser rechazado o mi pareja se enfadará? Si la mayoría de tus respuestas son afirmativas es lógico que no estás actuando con toda libertad.
Detectar la diferencia entre petición y exigencia nos informará de cuándo somos objeto de manipulaciones o cuándo las utilizamos para conseguir lo que deseamos. Pedir implica dar libertad para elegir entre satisfacer o no la demanda y se tiene en cuenta a la otra persona. Mientras que al exigir no se da esta alternativa y se ignoran los sentimientos y las necesidades del otro.
Existen diferentes grados de manipulación emocional. Algunos chantajes son más transparentes e inofensivos, otros más retorcidos. Algunos no implican apenas daño ni menoscabo para la otra persona, mientras que otros pueden resultar muy destructivos.
El chantaje emocional es difícil de reconocer, dado que a veces está tan infiltrado en nuestras relaciones que no nos percatamos de cuándo somos víctimas de él ni cuándo lo empleamos. Sin embargo, cuando se da una mezcla de miedo, obligación y culpa para que la pareja acabe sucumbiendo a las propias expectativas se puede decir que nos encontramos ante un caso inminente de Manipulación emocional.
El chantaje emocional puede adoptar diferentes formas. Algunas de las estrategias utilizadas por el chantajista son:
• El castigo: Se amenaza, de manera directa o implícita, que si no se realiza lo que uno desea habrá que atenerse a consecuencias negativas
• El autocastigo: En este caso la amenaza va dirigida a dañarse a uno mismo para hacer sentir culpable al otro. “Si tú no me quieres la vida no tiene sentido para mí, así que me abandonaré”.
• Las promesas: Se ofrecen promesas maravillosas a cambio de que se acate la propia voluntad, pero no siempre se cumplen.
• El silencio: Supone una manera fría de mostrar enfado, en que el otro siente que sólo si cede logrará mejorar el clima relacional.
• Hacerse la víctima: Es una exigencia disfrazada de sentimientos de lástima y culpabilidad. Como, por ejemplo: “Si no vienes a verme estaré todo el día solo”.
• Dar para recibir: Dar u ofrecer cosas para atar a la otra persona. “Dado que te ayudé ahora merezco algo a cambio”.
• Culpabilizar: Se utilizan reproches o comentarios críticos para que alguien se sienta culpable y así corrija su actitud o su comportamiento.
CÓMO DETECTAR LA MANIPULACIÓN
Para saber si te encuentras ante una situación de manipulación es importante detectar cuáles son las sensaciones ante los mensajes de la pareja y preguntarte lo siguiente ¿Me siento amenazado o que se me está exigiendo algo que no deseo hacer? , ¿Ante esta situación no hay una fácil salida?, ¿Si accedo debo renunciar a mis propios deseos o necesidades?, ¿Si no lo hago me sentiré culpable, con miedo a ser rechazado o mi pareja se enfadará? Si la mayoría de tus respuestas son afirmativas es lógico que no estás actuando con toda libertad.
Detectar la diferencia entre petición y exigencia nos informará de cuándo somos objeto de manipulaciones o cuándo las utilizamos para conseguir lo que deseamos. Pedir implica dar libertad para elegir entre satisfacer o no la demanda y se tiene en cuenta a la otra persona. Mientras que al exigir no se da esta alternativa y se ignoran los sentimientos y las necesidades del otro.
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